Hablamos de Ghislaine Makuthiro, de 45 años, con diez hijos y que, para complicar todo un poco más, vive en el peligrosísimo territorio de Beni, en el salvaje Este congoleño, donde la vida no vale demasiado y menos si se es mujer.
“Por el momento sólo necesito obtener el diploma estatal para ampliar mis conocimientos. Eso es lo importante para mí. Lo que me detuvo fue el matrimonio. Después del matrimonio, lo primero que hice fue cuidar de mis hijos. Después decidí retomar mis estudios. No era inteligencia lo que me faltaba, sólo que me había casado”.
Ghislaine anima, con sus palabras y sus hechos, a otras mujeres y niñas, a que no abandonen sus sueños, por mucho que la sociedad patriarcal funcione contra ellas.
“No puedo parar, voy a ir a la universidad para tal vez ser médico o hacer otras cosas, como dirigir hospitales o empresas. Estoy decidida".
Ghislaine Makuthiro es la respuesta perfecta para esa pregunta inevitable, cómo una sociedad tan atormentada como la congoleña no se hunde, cómo resiste. Por ésta y tantísimas grandes mujeres, anónimas e invencibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario