Es sobradamente conocido que muchos de los minerales y metales que hacen funcionar los aparatos que utilizamos a diario, como los imprescindibles teléfonos móviles, se obtienen en condiciones inhumanas en la República Democrática del Congo (RDC). El coltan es el más conocido pero también son fundamentales otros como el oro, la casiterita y el wolframio –los 3TG, por sus siglas en inglés. Muchas de las minas que surten a nuestra sociedad de consumo están en poder de milicias que se financian con el comercio ilegal de esos recursos. Obviamente esto únicamente es posible porque hay quien los compra y porque acaban, completamente limpios, en nuestras tiendas, nuestros hogares, nuestros bolsillos.
Las primeras legislaciones internacionales sobre este tipo de