Un año más, seguir a diario la actualidad de la República Democrática del Congo ha puesto ante nuestros ojos todo tipo de imágenes impresionantes, inolvidables, bellas y trágicas... La RDC y su pueblo, tal cual. Hemos seleccionado algunas.
El lago Kivu bien podría representar lo que es el Congo: peligroso y hermoso. Una bomba de CO2 que podría aniquilar a decenas de miles de personas en una probable erupción límnica y una ocasión para embelesarse mirándolo y creer que la maldad no existe.
Artistas como Bertin Leader Kasolene son capaces de reflejar en sus performances toda la crudeza de la vida en la RDC e impresionar incluso a quien lo vive a diario
Esta no es la cara de una niña de 8 años porque, aunque es la edad de Malela, ha vivido demasiado en ese tiempo. Mataron a su padre y a su madre pero ella escapó con su hermana de dos años. Las encontraron, las acuchillaron, las dieron por muertas... Al menos ahora una buena mujer se ocupa de ella. Le queda mucho por vivir, a pesar de todo.
Más allá de las elecciones presidenciales de diciembre, de la propia violencia de cada día, en tantas partes, 2023 quizá ha sido el año de los desplazados, en el que cerca de un millón de personas lo han tenido que dejar todo, perder mucho, vivir sin futuro y olvidados en campos de desplazados internos, hasta sumar un total de casi siete millones en todo el país.
Todo ello ha deparado imágenes como éstas en las que podemos ver a mujeres cuidando de sus hijos, voluntarios que ayudan llevando comida o entretenimiento, niños entreteniéndose en los interminables días de un campo de desplazados, mujeres formando a otras, niños y niñas sonriendo, pese a todo, mujeres enseñando a otras a defenderse...
Por mucho que queramos evitar escenas desagradables no sería lícito esconderlas todas, cuando tan comunes son. Los campos de desplazados no son lugares seguros y la maldad los persigue hasta allí: en junio, el campo de Lala vivió una masacre de decenas de personas a las que solo les quedaba la vida
La desesperación lleva algunas veces a los congoleños a protestar contra el desamparo y el sufrimiento que las autoridades no son capaces de parar llevando a las víctimas ante los ojos de los que deberían protegerlos y dejan que los asesinan.
Aunque los programas de desmovilización apartan a muchos hombres y niños de los grupos armados, éstos no deja de surgir pese a su elevado número. No deja de impresionar el entusiasmo con el que celebran su entrada en la lucha armada.
No olvidamos al periodista Stanis Bujakera Tshiamala, encarcelado injustamente desde septiembre por defender la verdad y que representa a tantos periodistas que se juegan la libertad y la vida cada día en la RDC para que el olvido no caiga sobre las injusticias.
Para terminar, de nuevo el Congo en todo su ser: la belleza en el durísimo trabajo de los pescadores wagenya al paso del río Congo por Kisangani. Lo hermoso y lo duro, la RDC en una imagen
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