domingo, 30 de mayo de 2021

Reflexión sobre la muerte en la RDC

Quienes seguimos a diario lo que pasa en la República Democrática del Congo nos encontramos ineludiblemente casi todos los días, y en muchas ocasiones más de una vez, noticias crueles sobre ataques a aldeas, asesinatos, decapitaciones... crímenes que sufren gente indefensa e inocente. Al igual que quien lee esas noticias, nos tenemos que resguardar bajo la frialdad de los números para continuar contándolo, siempre sabiendo que cada número es una vida, que cada noticia es sufrimiento... Muchas veces la realidad nos salta a la cara y nos obliga a mirar de frente a esa crueldad cotidiana. Son casi siempre imágenes, que sin duda valen muchísimo más que todas las palabras: una mujer llorando a un hijo asesinado, una hilera de cadáveres en una aldea que nunca conoceremos, un rostro, vivo, pero marcado por machetazos que no acertaron su objetivo...

Algo así ocurría hace muy poco. El viernes 28 de mayo informábamos de una nueva matanza de las milicia ugandesa ADF en la provincia de Kivu Norte a la vez que de una emboscada en la carretera Beni-Kasindi contra un camión -algo cada vez más frecuente.- ocurrida la noche anterior. En ese momento se desconocía la suerte que podía haber corrido el conductor y otros posibles ocupantes. Pero pronto se supo que había muerto en el ataque.

La noticia, difundida por los medios congoleños, fue leída por Loswire Shabani como otra más de las que cada día se conocen. Conocemos a Loswire Shabani, activista pro-democracia, a raíz de nuestra labor de difundir la actualidad de la RDC. Chateamos a veces, hablamos un poco de lo que ocurre en su país, le consultamos alguna duda... Estaba entre los agradecimientos en nuestro reciente artículo sobre la provincia de Ituri.

Comme toutes les personnes, j'ai appris la nouvelle selon laquelle un choffeur et son aide ont été brûlés par les rebelles adf (beni-kasindi), je ne savais pas que c'était mon frère, plus tard je venais de découvrir que c'est de mon sang qu'il s'agissait

escribía al día siguiente en su twitter. Había leído la noticia sin saber que la víctima mortal de aquel crimen era su propio hermano, que aquel nuevo crimen no era uno más, como ninguno lo es, a pesar de la rutina criminal que rige en la RDC.

Tras darle, como muchas otras personas, las condolencias, nos ha hecho reflexionar, una vez más, sobre la muerte en RDC, que tenemos que contar fríamente pero sin olvidar como, a causa de asesinos despiadados, políticos ineficaces y la avaricia mundial, a diario en este país se cortan vidas para siempre y se tuercen otras, irrevocablemente, y que cada número de esas noticias tiene nombre, rostro, ganas de vivir y gente que los recordará.


@CongoActual

jueves, 13 de mayo de 2021

Ituri y los Jinetes del Apocalipsis

Hablamos de Ituri aunque a muchos pueda sonarle  como una estación de Bilbao o un bosque de Navarra, por ejemplo. Pero Ituri es una provincia congoleña de la República Democrática del Congo y, aunque fuera de allí casi nadie la conozca, es uno de los peores lugares del mundo para vivir. En ella los Jinetes del Apocalipsis cabalgan incansables desde hace mucho.
Ituri es frontera congoleña con Sudán del Sur y, sobre todo y para su desgracia, con Uganda. Ocupa más de 65.000 kms2 y tiene más de cuatro millones de habitantes. Su capital es Bunia.
Pero más allá de esos datos de enciclopedia vamos a reseñar todo el sufrimiento que esos jinetes producen a su gente y que ignoramos desde nuestro mundo.

Las peste

Debora Kayembe, un impulso desde fuera para transformar el Congo

Debora Kayembe está hecha de la materia de todas las mujeres congoleñas que, independientemente de su extracción social, de que vivan en Kin...