Binja Yalala no se lo pensó y acudió a los calabozos exigiendo que liberaran a su padre... y ella misma fue arrestada, golpeada y encerrada junto al resto de los manifestantes. Contrariamente a lo que suele ocurrir con los abusos que suceden en la RDC, la imagen de su arresto recorrió rápidamente el mundo y levantó la indignación de mucha gente. Diez horas después, Binja Yalala y los demás detenidos recuperaban la libertad.
Aquel arresto no sirvió para que Binja Yalala abandonara lo que creía, sino todo lo contrario, y hoy es un activa luchadora:
"En la lucha siempre me siento comprometida con una firme determinación de combatir a toda costa los antivalores que carcomen a nuestra sociedad, para contribuir en lo posible al advenimiento de un nuevo Congo. La lucha es una segunda vida para mí”
“Estudio por las mañanas y mis actividades de lucha son por las tardes y los fines de semana. El momento experimentado al principio fue la humillación y la amenaza que condujo al miedo. Cuando medito sobre las acciones en las que participé, confirmo que la lucha contra los antivalores ya es parte de mi historia. Yo estudio sí, pero la lucha también forma parte de los estudios porque nos enfrentamos a muchas circunstancias"
Aún adolescente, Binja Yalala tiene las ideas muy claras para su país y los jóvenes como ella:
"Invito a todos los jóvenes a levantarse y luchar para lograr la construcción de un nuevo Congo. Lanzo esta invitación a los jóvenes porque las autoridades siempre nos han dicho que el futuro nos pertenece pero yo digo que también debemos disfrutar el presente por eso les pido a los jóvenes que sean innovadores, jóvenes que transformen la sociedad''
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