En julio de 2018, gobernando todavía Kabila, se aprobó la Ley 18/021, que fijaba un status especial para los ex presidentes que hubieran sido elegidos democráticamente -hasta entonces él era el único- Posteriormente, un mes antes de las elecciones, en noviembre de ese año, el Decreto 18/037 concretaba esos privilegios, que incluían a otros ex altos cargos.
En primer lugar hay que recordar que esta Ley "tiene la intención de consolidar la democracia, por el mecanismo de alternancia democrática"; esto es, que nadie se aferre al poder por los privilegios que conlleva. Además de nombrar Presidente de Honor a Joseph Kabila, concede al ex presidente inmunidad procesal penal respecto a las acciones relacionadas con el ejercicio de su cargo y lo convierte en senador vitalicio. El Decreto le concede todos "los honores y ventajas adicionales" para el resto de su vida, de la de sus cónyuges y de sus hijos menores de edad.
Pero pasemos a lo material. La Ley le concede, siempre a cargo del erario público, una vivienda digna, pasaporte diplomático para él y su familia, cinco vehículos, seguridad con dos guardaespaldas, vigilancia de su residencia, un máximo de diez personas para el personal doméstico, oficinas y un máximo de seis miembros para personal administrativo, combustible para los vehículos, agua, electricidad -de la que tantos carecen en el Congo- y teléfono.
Algunos medios congoleños han estimado el coste de estos privilegios en cerca de 700.000$ mensuales, con lo que el coste de tener un Presidente de Honor superaría los ocho millones de dólares al año. Cargo para unos gastos asignados a la Presidencia de la República que, según la oposición, presentan sobrecostos de hasta un 14.000%
Pero Joseph Kabila parece no conformarse con lo que la Ley -de alguna manera, su Ley- le concede, según declaraba el asesor económico y de finanzas del Presidente, Marcelin Bilomba, el 12 de noviembre en declaraciones a Top Congo, "confesando" que el ex presidente tiene, al menos, 2.500 guardias personales a los que paga el Estado.
Es cierto que estas medidas benefician a muchos otros ex altos cargos, que fueron aprobadas por el Parlamento, pero evidencian, además de la insolidaridad de la clase política congoleña con su pueblo, la permanente rapiña que el ahora Presidente de Honor ha hecho y hace, en sus variadas formas -no siempre aprobadas por el Parlamento- de las riquezas congoleñas y de su pobre pueblo.
@CongoActual
Versión actualizada publicada en kaosenlared.net el 27 de noviembre de 2023
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