Éste no es un resumen en imágenes del año 2021 en la República Democrática del Congo sino imágenes con las que nos topamos siguiendo la actualidad congoleña durante el año que acabó hace unos días; imágenes que, como muchas otras, son difíciles de olvidar.
La crueldad y la ternura se unen en esta fotografía. Luca Attanasio, embajador italiano en RDC moría, junto a su guardaespaldas y su conductor, en el ataque al convoy en el que circulaban por el Parque de Virunga. Unos desconocidos, los guardaparques, calmaron su agonía como si de un miembro de su familia se tratara, con una ternura sólo comparable a la crueldad del asesinato.
Pocas imágenes mejor que ésta reflejan la fuerza y la entrega diaria de las mujeres congoleñas cuidando a su familia, trabajando para sobrevivir, anónimas, sin rostro, como la mujer de esta fotografía, que carga con la vida tirando hacia adelante.
La dureza de la vida cotidiana en la RDC queda reflejada en actividades habituales, imprescindibles que pueden costar la vida en cualquier momento. Como cruzar el lago Kivu para trabajar, comerciar... en barcazas sobrecargadas y pudiendo dejar la vida en sus aguas.
Una de las grandes tragedias del Congo son las personas que tienen que huir de sus hogares prácticamente con lo puesto. Lo normal es que malvivan en campos en los que nada garantiza su seguridad. Éste es el de Rhoo, al que llegaron miles de desplazados de otro campo, Drodro, del que tuvieron que huir para salvar su vida.
Otra imagen que junta crueldad y ternura, de nuevo en el Parque de Virunga. Ndakasi protagonizó muchas imágenes divertidas junto a su cuidador, André Bauma. En octubre, este guardaparques, que la crió tras quedarse huérfana con dos meses, consoló también sus últimos momentos, antes de que muriera.
RDC, tierra de desplazados internos, tierra de emigrantes que huyen del país, también es tierra de refugiados. Vimos a este niño y a esta niña centroafricanos, refugiados en el Congo. Pero en sus cuerpos de niños había rostros de adultos, de personas que han crecido violentamente deprisa.
Un año y mil imágenes como ésta: aldeas atacadas, viviendas destruidas. No es una más, por muchas parecidas que haya. Cada una es desconsoladoramente única.
RDC es uno de los muchos lugares peligrosos para contar la verdad. En esta imagen un policía señala y advierte a quien los está fotografiando.
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